Cuero cabelludo.
Cara incluyendo las orejas.
Cuello.
Brazos.
Piel blanca.
Exposición a los rayos ultravioleta del sol o de las cámaras de bronceado.
Antecedente de familiar con cáncer de piel y mayor de 50 años.
Manchas o protuberancias.
Color diferente al resto de la piel ya sea rojo, oscuro o blanco.
Piel lisas o rugosas; brillantes o descamativas; con sangrado ocasional (ulceradas), y las cuales pueden ser nuevas o darse estas características en una cicatriz o lunar previo.
El diagnóstico se hace tomando una muestra de la lesión (biopsia) que posteriormente será revisada por un patólogo quien informará el diagnóstico.
Existen varios tratamientos, pero el que ofrecen los doctores Mendoza y Tello es quirúrgico, consiste en resecar la lesión con unos márgenes según el diagnóstico dado por la biopsia y según el defecto resultante procederán a hacer la reconstrucción con injertos de piel o colgajos provenientes del mismo paciente.
Dependiendo del tamaño de la lesión y del área corporal se hará bajo anestesia local, local más sedación o general.